¿Qué particularidades tiene la piel del contorno de ojos?
La piel del contorno de ojos tiene varias particularidades que la hacen un motivo de consulta frecuente. Es una zona que está expuesta al sol de forma continua. Por lo que se pigmenta con mayor facilidad que la de otras localizaciones, sobre la que aplicamos cosméticos como maquillajes o cremas antienvejecimiento con frecuencia y a la que secundariamente y de forma no intencionada llegan sustancias como esmalte de uñas, perfumes, etc. Además, es una de las zonas de la piel más sensibles. Por todo ello, es localización frecuente de eccemas e irritaciones, sequedad, picor, envejecimiento, bolsas y ojeras y pigmentaciones.
¿La aparición de bolsas y ojeras tienen el mismo origen?
Las bolsas son áreas abultadas que aparecen en el párpado inferior. No son más que edema, es decir, líquido acumulado y retenido en esta localización y los propios tejidos que por el envejecimiento caen y se desplazan hacia delante. Son debidas a la edad, alteraciones de la circulación y cualquier enfermedad que favorezca la retención de líquidos. También tienen un componente genético por lo que pueden heredarse.
Por otro lado, las ojeras son áreas hiperpigmentadas (marrones o moradas) que aparecen a nivel periocular. Suelen ser debidas a dilatación y congestión de pequeños vasos sanguíneos pero también tienen relación con la exposición solar y las irritaciones provocadas por cosméticos y otras sustancias irritantes.
¿Qué papel juega la genética en su aparición?
Como hemos comentado, A pesar de que hay varios factores ambientales que determinan su aparición a los que hay que añadir el paso del tiempo, la aparición de bolsas y ojeras tiene un claro componente genético puesto que están presentes con mayor prevalencia en algunas familias, heredándose de padres a hijos
¿Y la alimentación?
Al igual que para cualquier proceso dermatológico, llevar una dieta equilibrada en la que abunden la fibra, las legumbres y frutas y el pescado es clave, también lo es para evitar la aparición de bolsas y ojeras.
¿Qué alimentos deberíamos reducir si las queremos evitar?
Evitar grasas y productos ultraprocesados y llevar una dieta equilibrada es el mejor aliado para combatir. Por supuesto, junto con los tratamientos médicos y cosméticos para las bolsas y ojeras. También es importante prescindir del café y el alcohol, puesto que está comprobado que redundan en su aparición y dificultan la eficacia de los tratamientos.
¿Por qué con la edad suelen estar más enfatizadas?
Es un efecto mecánico. Con la edad, se reduce la tensión y elasticidad de la piel y los tejidos subcutáneos. Por lo que van desplazándose hacia delante y hacia abajo. Por otro lado, la pérdida de grasa a nivel de la región cigomática y la mejilla genera un efecto visual en la que se enfatiza el aumento de volumen en el párpado (bolsa) con respecto a una mejilla adelgazada.
Aunque numerosos cosméticos prometen combatirlas de forma conjunta, ¿deben recibir tratamientos independientes?
Por su puesto, para cada problema necesitamos y tenemos una solución diferente. Lamentamos destacar que no existe ninguna crema “milagro” que trate todos los problemas del área periocular.
Si es así, ¿cómo debemos tratar cada uno de estos problemas?
Las bolsas y la pérdida de urgencia pueden tratarse con rellenos de ácido hialurónico o mediante cirugía (blefaroplastia), los eccemas e irritaciones con hidratantes específicos para los párpados, corticoides o inmunomoduladores y las ojeras mediantes tratamientos cosméticos o técnicas en consulta como el láser o peelings.
¿Qué activos son los más eficaces para esta zona?
Sin duda lo principal y más importante es la protección solar todo el año. Después de asegurar una buena fotoprotección, la vitamina C, el ácido hialurónico y los retinoides son los principios activos más efectivos para esta zona.
¿Se puede acabar con ellas definitivamente?
Casi ningún tratamiento consigue mejorías definitivas. La clave es la constancia y el seguimiento por el dermatólogo que irá adecuando la intensidad del tratamiento en función de la época y la evolución.
Si nos levantamos un día con bolsas y las ojeras marcadas, ¿a qué trucos caseros podemos recurrir?
Por desgracia, los remedios tradicionales no suelen ser demasado efectivos. Sí tiene cierta utilidad la aplicación de frío local durante unos minutos porque puede disminuir el edema y esa dilatación de los vasos sanguíneos responsables de que se marquen la bolsa y la ojera.
¿Qué rutina de cuidado tenemos que seguir para mantenerlas a raya? (si necesitamos un protector específico, una crema de contorno, etc.)
Lo primero, como hemos comentado, es la aplicación de una crema de protección solar con factor de protección solar (FPS) mayor del 50. Hemos de aplicarla en todas las estaciones del año, renovarla cada 2-3 horas. Incluso si trabajamos o pasamos la mayor parte del tiempo en ambientes no expuestos al sol. En situaciones de mayor exposición (deporte, playa, piscina, etc.) debemos completar la protección solar usando gorra o sombrero.
Para continuar, es importante limpiar y desmaquillar con suavidad, sin frotar ni hacer fricción usando preferiblemente productos para pieles sensibles como el agua micelar.
Por las noches, emplearemos el tratamiento en el contorno de ojos que sea más indicado para nuestro problema. Estos pueden ser productos con vitamina C, retinoides o algún ácido en concentración adecuada.
La clave es la constancia.
¿Es importante cómo aplicamos los productos sobre el contorno de ojos? Si es así, ¿cómo debemos hacerlo para no dañar la zona?
Sí, es importante sobretodo cuando empleamos activos irritantes como los retinoides. Por lo que el empleo de estas sustancias ha de ser siempre vigilada por el dermatólogo. Una buena medida es proteger el área lagrimal y el canto externo del ojo con vaselina para que no sean alcanzados por estas sustancias.